El día que Alí Chumacero le dijo a Juan Rulfo que 'Pedro Páramo' no se vendería
- 17 May, 2021
- Artes
Este 16 de mayo, se cumplieron 104 años del natalicio del escritor mexicano Juan Rulfo. Para recordarlo, compartimos una anécdota que el propio Rulfo sostuvo con Alí Chumacero cuando se publicó Pedro Páramo, libro que en marzo pasado cumplió 66 años de su publicación.
Por Manuel Noctis
"No te preocupes, de todos modos no se venderá", le dijo Alí Chumacero a Juan Rulfo, luego de que el jalisciense le hiciera saber que, siendo Alí el jefe de producción del Fondo de Cultura Económica, escribiera que "el libro no es bueno".
En marzo de 1985, cuando Pedro Páramo cumplió 30 años de su publicación, Juan Rulfo escribió un texto para la agencia de noticias EFE, en donde compartió parte de esta anécdota:
"En mayo de 1954 compré un cuaderno escolar y apunté el primer capítulo de una novela que, durante muchos años, había ido tomando forma en mi cabeza. Sentí por fin haber encontrado el tono y la atmósfera tan buscada para el libro que pensé tanto tiempo. Ignoro todavía de dónde salieron las intuiciones a las que debo Pedro Páramo. Fue como si alguien me lo dictara. De pronto, a media calle, se me ocurría una idea y la anotaba en papelitos verdes y azules. (...)
Al llegar a casa, después de mi trabajo en el departamento de publicidad de la Goodrich, pasaba mis apuntes al cuaderno. Escribía a mano, con pluma fuerte Sheaffers y en tinta verde. Dejaba párrafos a la mitad, de modo que pudiera dejar un rescoldo o encontrar el hilo pendiente del pensamiento al día siguiente. En cuatro meses, de abril a agosto de 1954, reuní 300 páginas. Conforme pasaba a máquina el original destruía las hojas manuscritas(...)
El manuscrito se llamó sucesivamente Los murmullos y Una estrella junto a la luna. Al fin, en septiembre de 1954,, fue entregado al Fondo de Cultura Económica con el título de Pedro Páramo (...)
En la Revista de la Universidad, el propio Alí Chumacero comentó que a Pedro Páramo le faltaba un núcleo al que concurrieran todas las escenas. Pensé que era algo injusto, pues lo primero que trabajé fue la estructura, y le dije a mi querido amigo Alí: "Eres el jefe de producción del Fondo y escribes que el libro no es bueno". Alí me contestó: "No te preocupes, de todos modos no se venderá". Y así fue: unos 1.000 ejemplares tardaron en venderse cuatro años. El resto se agotó regalándolos a quienes me los pedía.
Cuando escribía en mi departamento de Nazas 84, en un edificio donde habitaban también el pintor Coronel y la poetisa Eunice Odio, no me imaginaba que 30 años después el producto de mis obsesiones sería leído incluso en turco, en griego, en chino y en ucraniano. El mérito no es mío. Cuando escribí Pedro Páramo sólo pensé en salir de una gran ansiedad. Porque para escribir se sufre en serio".
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