Jenny and the Mexicats: herederos de la globalización
- 22 Oct, 2015
- Música
No son de aquí, ni de allá. Si algo describe a Jenny and the Mexicats no es el lugar donde se formaron, sino dónde suenan y qué los inspira.
La música nos une sin importar las fronteras. Tal es el caso de Jenny and the Mexicats, una inglesa, un español y dos mexicanos que sin compartir el idioma, se unieron para componer y tocar. Icho, el contrabajista de la banda, nos platica un poco sobre esta propuesta, comenzando por su origen y trayectoria independiente hasta llegar a su estilo, fusión de folk, flamenco y rock.
La banda se formó en el 2008, en una época donde era posible encontrarlos en Myspace bajo el nombre de Pachucos y la Princesa. Dos años después, optaron por cambiarse el nombre a Jenny and the Mexicats en alusión a su vocalista, a México y al hecho de que en Madrid a los residentes les llaman gatos.
Jenny, trompetista y cantante de la banda, nació en Inglaterra y únicamente hablaba inglés cuando se inició en el proyecto. Icho, que es mexicano y bilingüe, la invitó a vivir en España y ahí decidieron comenzar a tocar con Pantera, un guitarrista mexicano de técnica flamenca, y David, un extraordinario percusionista español.
Ser una banda sin contratos discográficos ha sido difícil pero no imposible. Una de las bondades que trae ser independiente, es la posibilidad de mantenerse fiel al sonido que más les gusta, y no al que pide la industria. Icho nos comenta que en 7 años de historia, han tenido suerte pesar de las caídas y para vivir de la música ha sido “un camino largo” donde “hay que tener mucha paciencia”, además de ofrecer algo fresco y diferente.
La fusión que Jenny and the Mexicats propone es versátil, enérgica y divertida. Podemos escuchar el toque y sabor de la banda en canciones como “Verde más allá”, uno de los temas que más corean al tocar en vivo. Y siendo una banda de gustos diversos, Icho comenta que han pasado por distintos estilos, aunque siempre les va bien porque la gente los apoya sin importar a qué suenan. Hoy puede ser blues, mañana jazz y pasado mañana otro estilo.
Al hablar sobre una ola de artistas que se niegan a ser parte de un solo género musical, Icho opina que la tendencia ha sido producto de la globalización, pues ya “tenemos acceso a más música a través del internet” y encasillarse es limitarse.
A pesar de la diversidad cultural que los acompaña, no pretenden escribir canciones en otro idiomas, pues se sienten cómodos tal y como están. “Es muy fácil componer en esos dos idiomas pero no hablamos ningún otro idioma” dice Icho. Los países que más los apoyan son España, México y Estados Unidos, pero Icho comenta que en México es donde se han sentido más acogidos.