Entre "Rompan Todo" y Belafonte Sensacional (o de cómo la contracultura debe trascender a la nostalgia)
- 03 Feb, 2021
- Opinión
Estimado lector, antes de continuar por estas breve palabras, se le recomienda visitar su plataforma musical de preferencia y buscar la rola de Marris, autoría de Belafonte Sensacional, y si está dentro de sus posibilidades, dese un toque o destape una caguama, que estamos aquí pa’ rebotar las ideas como se hace en toda buena tocada: con música chingona y sustancias que nos hagan ver de frente aquello que generalmente se oculta bajo lo cotidiano. Pues nada, vamos a ello.
En diciembre de 2020 salió el documental de Rompan Todo en Netflix, y la mayoría de los medios, creadores, seguidores y demás aficionados y/o integrantes de la industria/escena musical volcaron su atención en esta dirección. No los culpo, yo mismo me dejé llevar por esta narrativa nostálgica sobre una época que no me tocó vivir, y de paso descubrí algunas bandas (sobre todo argentinas) que nunca había topado.
En diciembre de 2020 también salió una serie de videos de Noisey llamado Belafonte Sensacional y Amigues Desde el Foro Alicia, un especial que es la más viva representación de la música independiente hecha desde los barrios, desde el “underground”, desde las entrañas de la urbanidad defeña.
En la producción se presentaron además el “Manifiesto del Nel” —una declaratoria de los ideales contraculturales y musicales que mantienen firmes los firmantes—, además de varios invitados especiales (Banda de la Casa, Son Rompe Pera, La poeta Camila GB, AquaMute, Mabe Fratti, Teresa Cienfuegos, AmericoJones Experience y Hermanas), celebrando con este acontecimiento los 25 años del Foro Alicia, espacio que ha sido hogar para miles de proyectos musicales independientes —al corte del 2007 el foro contaba aproximadamente con 8,964 eventos y había presentado 28,224 bandas.
Obviamente los alcances de ambas producciones son abismalmente diferentes (como son los presupuestos detrás de ellas), pero en tiempos de redes sociales y contenidos que pueden viralizarse con los suficientes clics en donde dice “compartir”, la cuestión parece orientarse más hacia el tramposo algoritmo de Facebook (que privilegia contenidos que invierten en publicidad), pero también al desinterés del consumidor por las producciones independientes; y no los culpo, es difícil resistirse a las recomendaciones que hacen los algoritmos de YouTube, Spotify, Netflix y la presión social por estar “al día” con las tendencias “pa' entender el mame” (y el meme).
Sin embargo, no dejo de percibir cierta ironía ante el estreno e impacto de ambas producciones. Por un lado, tenemos un documental que apuesta por una historia del “rock en tu idioma” bañada en nostalgia que recibe la atención de millones de espectadores; por el otro, tenemos al rocanrol contemporáneo parido de la misma forma que las bandas retratadas en el documental, pero pasando desapercibidas por las masas.
Es decir, tenemos a un espectador/consumidor que endiosa a las bandas latinas que en su momento fueron totalmente underground, a la par que ignora a las bandas actuales underground, porque… pues son underground wey, ¿Quién las va a escuchar? ¿Quién las conoce? ¿Por qué debería concederle una hora de mi tiempo a ese álbum de quien sabe quién, cuando puedo escuchar estas producciones con un chingo de lana detrás y que suenan re-bonito, y que además me recomendó Spotify?
Reitero, está muy chido el vistazo al pasado del rock que hace Rompan Todo (por supuesto, un acercamiento parcial, subjetivo y tendencioso), que en lo personal me recordó mucho a mis primeros acercamientos a la historia de la música a través de los documentales de VH1. Pero parece que el mismo mensaje contestario y subversivo detrás de la música retratada en el documental se queda en la superficie, como si el coro de la canción fuera cantado en automático por el espectador sin prestarle atención a la letra. Claro, suele pensarse que la contracultura es opuesta a “la cultura de masas”, pero la misma historia nos demuestra lo contrario.
A mi humilde pensar la esencia del rock y el punk (a pesar de los continuos intentos del capitalismo industrial por desmantelar cualquier crítica al Fondo Monetario Internacional) sigue viva ahí en la calle, en los garajes, en los barrios, en los hoyos funky contemporáneos, en el Foro Alicia, en todos esos cientos de espacios undergrounds que sobreviven en las ciudades del mundo entero. Sólo es cuestión de buscar, de darle una oportunidad a esa banda independiente que te recomienda tu compa (ahí les paso el link al final panas), ¡de escuchar esa invitación que te dice que lo hagas por el punk!
Por si fuera poco, la era digital ha facilitado el nacimiento y la multiplicación de medios culturales y contraculturales por toda Latinoamérica y el mundo entero, y detrás de ellos habemos escritores, periodistas culturales, locutores, músicos y demás profesionistas y/o aficionados que hacemos nuestro mayor esfuerzo por darle a la música independiente la difusión y el valor que se merece.
Vuelvo al mejor ejemplo que tengo a la mano en estos momentos (pero ni de lejos el único): Belafonte Sensacional, una banda cuyo talento y autenticidad ha ido abriendo brecha para muchos otros proyectos independientes. Pero bueno, ¿por qué no juzga usted mismo? Póngase sus audífonos o conecte su bocina y póngase el álbum de “Soy Piedra”, y ya me dirá usted si no siente que el rock está más fuerte que nunca, impactando a cada vez más oídos que se preguntan… ¿qué es ese sonido tan chingón que me hace querer destruirlo todo, vivirlo todo, sentirlo todo, serlo todo? Yo te diré que es carnal, ¡es el rocanrol irrumpiendo en tu vida a toda velocidad!
(Empieza Sácate a la Carretera)
Podcast con entrevista a Belafonte Sensacional aquí.